La secretaría de contraloría, bajo la dirección de Álvaro Bardales, ha anunciado la segunda etapa para depurar el padrón de proveedores. Este esfuerzo no es solo una rutina burocrática, sino una cruzada épica para eliminar las llamadas “empresas fachada” y fortalecer la transparencia en las contrataciones públicas. Actualmente, de los 6,941 registros iniciales, se han dado de baja 301 proveedores, 268 están cancelados por cinco años, y 3 suspendidos por dos años. Esto deja un total de 6,373 registros vigentes.
Inspecciones físicas: el combate en el terreno
Durante el año en curso, la dependencia ha realizado 286 visitas físicas a los domicilios fiscales de los proveedores registrados. El objetivo es verificar la existencia física de los establecimientos y la veracidad de las especialidades autorizadas.
De las últimas 115 verificaciones, los resultados fueron sorprendentes: 3 domicilios fiscales no fueron localizados, 9 diligencias fueron atendidas por personas distintas al titular o representante legal, 39 proveedores no estaban presentes, un proveedor no pudo acreditar las especialidades autorizadas, 2 proveedores acreditaron parcialmente las especialidades, y 61 proveedores cumplieron con todos los requisitos.
Resultados reveladores
Aproximadamente el 47% de los proveedores revisados presentan alguna irregularidad. Principalmente, estas irregularidades están relacionadas con la localización de los domicilios fiscales o la falta de acreditación de las especialidades autorizadas.
Al respecto, Álvaro Bardales ha sido claro: “es crucial intensificar nuestras medidas para erradicar cualquier presunto acto de corrupción en el padrón de proveedores.”