El estado de Hidalgo ha sido designado como un nuevo polo de desarrollo económico y bienestar, consolidándose como un punto clave en el mapa económico nacional.
Impulsado por el gobierno federal a través del Plan México, esta iniciativa resalta áreas geográficas específicas con alto potencial de crecimiento.
Oportunidades de inversión y crecimiento
Se espera que esta designación promueva una aceleración significativa en la atracción de inversiones nacionales y extranjeras, fomentando un crecimiento económico sostenido. La generación de empleos de calidad es uno de los principales objetivos, permitiendo que Hidalgo se posicione como un referente en desarrollo logístico, industrial y sustentable.
Los municipios de Zapotlán y Tula, en particular, han sido analizados exhaustivamente, demostrando su potencial mediante un análisis técnico y evaluaciones rigurosas.

Infraestructura y formación educativa
Un elemento clave en el desarrollo de estos polos es la provisión de infraestructura especializada y beneficios fiscales. Además, se contempla la creación de un ecosistema educativo sólido, con la oferta de instituciones de educación técnica y superior en la región.
Este enfoque no solo facilitará el acceso a servicios esenciales, como energía y telecomunicaciones, sino que también asegurará que el desarrollo no afecte a comunidades indígenas ni a áreas naturales protegidas.