Las recientes lluvias torrenciales han dejado una huella significativa en la infraestructura de Hidalgo. Un total de 22 municipios han visto afectadas sus carreteras, y ¡vaya si es un dolor de cabeza!
Ante esta situación, el gobernador Julio Menchaca Salazar no ha perdido tiempo y ha destinado 500 millones de pesos (mdp) extraordinarios para reconstruir estas vías de comunicación.
La Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS) ha respondido rápidamente, desplegando una armada de maquinaria pesada. Retroexcavadoras, cargadores frontales, camiones de volteo y hasta rodillos están en pleno uso para garantizar que las carreteras no sean solo transitables, sino seguras. Con estos esfuerzos se espera que los caminos queden como nuevos (o al menos, mucho mejor que antes).
En la Sierra Otomí-Tepehua, ya se han retirado más de 12 mil metros cúbicos de escombros. ¿Te imaginas la cantidad de escombro que es eso? En San Bartolo Tutotepec, más de 1,800 metros cúbicos han sido removidos de tres caminos rurales.
Y no se quedan atrás los esfuerzos en Tenango de Doria, donde se han atendido tramos críticos durante 16 días, extrayendo un total de 3,200 metros cúbicos de materiales caídos.
Huehuetla ha sido otra zona de intensa actividad. Durante 19 días de arduo trabajo, se lograron retirar 7,600 metros cúbicos de escombro que bloqueaban varias vías. Menchaca Salazar ha enfatizado que la vigilancia y el uso oportuno de la maquinaria son esenciales para asegurar que todos los esfuerzos rindan frutos.