La política y la irresponsabilidad muchas veces van de la mano. Tal como ocurrió el pasado domingo, en la presentación de Carolina Viggiano como precandidata del PRI-PAN-PRD a la gubernatura de Hidalgo.
Miles de personas fueron aglutinadas en el salón Benevento, en el poniente de Pachuca, para este evento en el que la priista firmó su registro para emprender su intento de llegar liderar el estado.
Lo que ya consiguió la precandidata es que el recinto que albergó el multitudinario evento fuera clausurado por no respetar las mínimas medidas de biosanidad. Hubo de todo: abrazos, apapachos, selfies… menos sana distancia y sentido común, en un momento sensible de repunte de contagios en la entidad y el riesgo de una nueva ola.
La Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (Copriseh) efectuó la clausura del salón Benevento, según confirmó en una entrevista de radio Alejandro Efraín Benítez Herrera, secretario de salud estatal.
«La ley está para cumplirse, sea del partido que sea«, advirtió el titular sanitario, quien incluso reveló que los organizadores ni siquiera avisaron a la Copriseh sobre la realización de dicho evento, medida que está estipulada en las disposiciones oficiales.
Da escalofrío ver el nivel de imprudencia que manejan los políticos que pretenden gobernarnos. Al menos en esta ocasión hubo una sanción, pero todavía falta toooodo el relajo de las campañas. Ni modo.