Una de las tradiciones de Semana Santa más coloridas y concurridas de Hidalgo se realiza en Mineral del Chico.
Hablamos de la lluvia de pétalos, una costumbre única en la que se lanzan más de 2 toneladas de fragmentos de rosas desde lo alto de las cornisas dentro y fuera del templo de la Purísima Concepción, en el centro de la cabecera municipal.
Esta bonita festividad se lleva a cabo durante la misa del Domingo de Resurrección desde hace más de 150 años y se ha convertido en un punto de interés de turismo religioso en esta bella región del estado. Las flores son llevadas de invernaderos de comunidades como Carboneras, Capula, La Estanzuela y La Presa.
La historia dice que esta costumbre se originó por la plegaria de un padre minero cuyo hijo estaba a punto de morir. Al pedirle a Jesús que lo librara de aquel cruel destino prometió inundar su iglesia cada año con rosas, según cuentan los pobladores.
Este año no será la excepción y será este domingo 9 de abril cuando la iglesia y las calles del centro se inunden de pétalos al finalizar la eucaristía de Resurrección, programada a la 1 de la tarde.