La Secretaría de Contraloría ha estado ocupada, llevando a cabo más de mil 200 visitas de inspección con corte en julio.
Estas inspecciones forman parte de su escrupulosa labor de supervisión de la calidad en las obras públicas. Pero, ¿qué implica esto realmente?
Fase 1: Revisión Documental
La primera fase consiste en una revisión documental exhaustiva. Este paso incluye el análisis detallado del expediente unitario de cada obra, con especificaciones técnicas, montos y metas que deben cumplirse. Lupa en mano, los inspectores se aseguran de que cada documento esté en orden y que la obra se ajuste a los planes establecidos.
Fase 2: Inspección Física
La segunda fase es aún más minuciosa: la inspección física. Aquí, cada detalle de la obra es supervisado para verificar su cumplimiento con los estándares de calidad. Si todo está perfecto, se firma el acta de entrega-recepción. Si no, se crean minutas con las observaciones necesarias para corregir cualquier deficiencia detectada.
Más Allá de las Inspecciones Programadas
Además de las inspecciones programadas, la Secretaría de Contraloría también responde a quejas ciudadanas. Este enfoque permite a la sociedad participar activamente en la vigilancia de las obras públicas, fortaleciendo así el combate a la corrupción y asegurando la transparencia en el uso de los recursos públicos.